miércoles, 4 de noviembre de 2009

El Girondins conquista el Allianz Arena y ya está en octavos

Bayern 0-2 Girondins

Robben se lamenta tras la derrota ante el Girondis

El Girondins de Burdeos selló su pase a octavos de final de la Liga de Campeones con una clara victoria por 2-0 ante el Bayern al que la derrota deja hundido, en una temporada en la que está muy lejos de mostrar la seguridad y el oficio de otros años.

El Bayern tuvo la pelota pero se trató de una posesión estéril pues su juego se ahogó en el centro del campo y el único camino que encontró para llegar cerca de la portería fueron los pelotazos al área que rara vez se aproximaron a su destino.

El Girondins tenía al Bayern a raya con una marca a presión en la que siempre dos o tres jugadores bloqueaban las acciones del hombre que tenía la pelota en los pies. Durante el primer tiempo, sólo hubo un momento de peligro para la portería de Carraso y fue en el minuto 33, después de una falta de Ciani contra Luca Toni cerca del área.

Gourcuff silencia el Allianz
Bastian Schweinsteiger lanzó la falta y obligó a Carraso a una gran parada ante la que el Bayern ganó el rebote y generó una segunda situación de peligro con un remate de Miroslav Klose desde corta distancia que Ciani sacó -con la mano sin que el árbitro lograra verlo- prácticamente de la raya de gol.

En los primeros 45 minutos, eso fue todo para el Bayern. El Girondins, en cambio, logró irse en ventaja en su primera llegada clara en una falta lanzada por Wendel casi tres cuartos de cancha que aprovechó Gourcuff para marcar de cabeza ante una desorganizada defensa bávara.

Gourcuff llegó prácticamente solo al cabezazo, tras escaparse de la marca del holandés Mark van Bommel y sin que nadie lo siguiera, pese a que la pelota estuvo mucho tiempo en el aire.

El Bayern mejora con Robben
En la segunda parte, el entrenador del Bayern, Louis Van Gaal, trató de darle más profundidad al equipo con el ingreso del holandés Arjen Robben que se había quedado en el banquillo durante el primer tiempo, por no tener todavía el estado de forma para jugar noventa minutos.

Algunas acciones hicieron pensar en un Bayern claramente más ofensivo. En el 47, Toni tuvo una buena ocasión pero remató por encima. Diez minutos después, Van Bommel remató desviado al igual que Robben en el 62 ante un excelente pase de Bastian Scweinsteiger y, poco después, Carraso tuvo que quitarle el balón de los pies a Mario Gómez.

No obstante, si se miraba cada una de esas acciones de cerca se miraba que eran más fruto del azar y de la insistencia que de un plan claro para llegar al área contraria. Salvo la llegada de Robben, producto de una jugada de combinación con Schweinsteiger, todas las otras llegadas se habían sido producto de rebotes, devoluciones equivocadas o pases a ciegas al vacío que por casualidad terminaban generando una situación peligrosa.

Chamakh firma la sentencia alemana
El Girondins tenía al Bayern bajo control y eso fue algo que se fue haciendo cada vez más claro a medida que iban pasando los minutos. Robbben estaba completamente maniatado. Y la necesidad de atacar del Bayern -sin tener fórmula para ello- hacía que dejara atrás muchos espacios abiertos y que empezará a ser más posible que el Girondins sentenciase con un contragolpe a que el Bayern lograse el empate.

El contragolpe llegó y una confusión entre Holger Badstuber y el meta Jörg Butt hizo que el segundo gol del conjunto de Laurent Blanc llegara, por intermedio de Chamakh, que marcó a puerta vacía tras superar al portero bávaro.

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