Que Ancelotti haya dado el visto bueno a las incorporaciones de Carvajal e Isco no es casualidad. Tampoco que apueste por Morata como sustituto de Higuaín. Forma parte de su filosofía como técnico, a la que ha incorporado lo que para él fue la clave del gran Milan de Sacchi, en el que él fue una pieza fundamental.
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